El aprendizaje virtual se ha convertido en una parte fundamental de la vida diaria desde el brote de COVID-19. Muchas escuelas han adoptado este estilo de aprendizaje para prevenir la propagación del virus y para que todos se sientan lo más cómodos posible. Hay otros aspectos positivos del aprendizaje virtual. La maestra de la preparatoria North Little Rock, Cassie Rogers, cree que el aprendizaje virtual es útil para los estudiantes que tienen inconvenientes para ese día, ya sea que un estudiante esté enfermo, su transporte no funcione o llegue tarde a clase. Un alumno no pierde ninguna información para ese día, porque todo está en Google Classroom. Sin embargo, esta nueva forma de aprender todavía presenta muchos desafíos.

Muchos estudiantes y profesores tienen problemas de conexión a Internet en Google Meets, una aplicación que se usa comúnmente con el aprendizaje virtual. Google Meet tiende a desconectar a la gente o quedarse atrás. A veces, no se puede ver o escuchar al maestro hablar, lo que hace que el estudiante se retrase o se pierda información importante o lecciones completas. No es culpa de los alumnos ni de los profesores, pero es algo que tienen que aprender a afrontar. Debido a estos problemas, es posible que los maestros no puedan enseñar completamente su lección; muchos pueden tener que ajustar su lección y estar siempre preparados para que algo salga mal.Los estudiantes también pueden tener dificultades para iniciar sesión a tiempo debido a estos problemas de conexión a Internet. La clase también tiene la posibilidad de comenzar más tarde de lo habitual debido a la espera de que los estudiantes se unan; esto puede hacer que las lecciones sean más breves.

Las asignaturas en la computadora pueden ser difíciles a veces, lo que requiere cierta adaptación por parte de muchos estudiantes. Los estudiantes que pasaron de escribir en hojas de trabajo físicas a escribir en un documento virtual tendrán que sentirse más cómodos con el uso de la tecnología. Demostrar ciertas lecciones y actividades a través de la computadora puede resultar muy frustrante para el maestro y el alumno. “A veces el trabajo es más duro; sería más fácil en una hoja de trabajo ”, dice Jaden Parker, un estudiante virtual en NLRHS. “Los profesores siempre nos piden que imprimamos trabajos”.

Los estudiantes virtuales no están físicamente en el aula, por lo que su principal fuente de comunicación con los maestros es a través del correo electrónico. Los estudiantes ya no pueden simplemente pasar por las aulas de sus maestros. La mayoría de los estudiantes nunca han usado voluntariamente el correo electrónico de su escuela hasta ahora. Los profesores reciben muchos correos electrónicos, y el número aumenta desde que comenzaron las clases virtuales. Los estudiantes deben ser pacientes con el maestro, porque es posible que no respondan rápidamente a los estudiantes. Esta nueva situación exige que los estudiantes sean más responsables, en cuanto a revisar sus correos electrónicos con frecuencia y ser considerados con sus maestros. Cassie Rogers está de acuerdo en que existen desafíos para el aprendizaje virtual. Rogers dice: “Cómo los chicos están en sus casas, se sienten muy cómodos. Un problema es que a los estudiantes no les gusta tener la cámara encendida, se acuestan en la cama y los estudiantes no toman notas con tanta frecuencia como lo hacen los estudiantes cara a cara. ”Afirma que es difícil saber realmente si un estudiante está realmente prestando atención. Rogers cree que para mejorar el aprendizaje virtual, los padres de los estudiantes deben ayudar a sus hijos a comprender por qué se aplican las reglas del aprendizaje virtual.

Otro revés para muchos estudiantes virtuales es no poder ver a sus amigos y compañeros. La mayoría de los estudiantes solo van a la escuela por sus amigos y ahora no pueden hablar con ellos, lo que afecta negativamente la motivación del estudiante. En un día escolar típico, los estudiantes se despiertan y se preparan para ir a la escuela y pasar un día con personas que disfrutan, a pesar de una posible antipatía por la escuela en sí. Ahora, la mayoría de los estudiantes están acostados en la cama, no están emocionados ni tienen ganas de ir a ningún lado físicamente. Esto hace que los estudiantes se sientan menos inclinados a hacer su trabajo. La falta de motivación es, con mucho, el mayor desafío que conlleva el aprendizaje virtual, porque sin motivación, los estudiantes no se comprometerán con su trabajo.